TÍTULO:
PEDRO HUILLCA, VALOR Y SENTIDO DE UN DIRIGENTE DEL PERÚ DE LOS NOVENTA
Fuente 1LO QUE COSTABA PEDIR RESPETO A LOS GREMIOS
La historia de la Conferencia Anual de Ejecutivos CADE, la primera inaugurada en 1961 en Paracas, como el foro empresarial donde se abordan los problemas nacionales, tiene capítulos con turbulencias políticas subterráneas sin mayores sobresaltos que la consabida esgrima verbal y algunos debates pirotécnicos.
Este debate de empresarios, gobernantes y representantes gremiales, se vio rodeado por una aureola siniestra tras la polémica entre el entonces secretario general de la Confederación General de Trabajadores -CGTP-, Pedro Huillca Tecse, y el ensoberbecido Alberto Fujimori, quien se creía “salvador de la democracia”.
Desde el lado gremial, Huilca demandaba frenar las llamadas reformas a la legislación laboral y respeto a la libre sindicalización, así como diálogo con el sector empresarial.
El ex dictador sonreía para ocultar su rabia al creerse "humillado" por un dirigente gremial testarudo al que, de acuerdo a la macabra política de terror de Estado, debía eliminarse en aras de la "pacificación nacional".
Así eran las "soluciones " en el SIN, en los tiempos del Doc.
ARREMETIDA A LO BESTIA
En noviembre de 1991, Fujimori dictó el Decreto Legislativo 728, denominado Ley del Fomento del Empleo que modificaba las relaciones laborales sujetas al régimen de actividades privadas, en cuanto a las relaciones individuales de trabajo.
Ante las denuncias de las matanzas perpetradas por un grupo de aniquilamiento del Servicio de Inteligencia Nacional, SIN, Fujimori perpetró su autogolpe de Estado el 5 de abril de 1992, disolviendo el Congreso e interviniendo el Poder Judicial y el Ministerio Público.
De esa manera, empezaba la noche negra de la democracia, con la jauría de los verdugos del grupo Colina en patrullajes de "aniquilamiento".
Las páginas de horror fueron desnudadas en toda su dimensión durante el proceso judicial al ex mandatario.
En junio de 1992 siguió la arremetida de la dictadura con el Decreto Ley 25593, conocido como Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, atentando contra la libertad sindical, la negociación colectiva y la huelga.
De esa manera se abrió camino a la intermediación laboral (services), se recortó el derecho a la sindicalización, se permitió la contratación a plazo fijo, temporal o mediante servicios personales, se debilitó la negociación colectiva para debilitar a los sindicatos.
A LAS PROTESTAS
Pedro Huillca no se queda con los brazos cruzados y, pese a la amenaza de los verdugos del SIN, moviliza a los gremios y el 7 de julio de 1992, los representantes de las centrales sindicales denunciaron al gobierno ante la Organización Internacional de Trabajo, OIT.
Pedro Huillca encabezó la lucha a nombre de la izquierdista CGTP, secundado por la Confederación Nacional de Trabajadores, CTP, (aprista) y la Central de Trabajadores de la Revolución Peruana, CTRP.
Tres días después, los gremios se unen en la Central Autónoma de Trabajadores, CATP, y convocan a una movilización para el 14 de julio de 1992, para hacer público su pliego de reclamos a favor de trabajo y salarios justos, así como la suspensión de la nueva legislación de Relaciones Colectivas de Trabajo.
No era, pues, un grupúsculo comunista sino la protesta de gremios de todos los colores políticos.
La prensa adicta al fujimorismo minimizó a Huillca y los dirigentes gremiales.
Emplazamiento
Pero Huillca Tecse era un hueso duro de roer para Vladimiro Montesinos, en ese entonces amo y señor de vidas y muertes en el SIN, donde el que no era sobornado terminaba “desaparecido”.
El 19 de julio de 1992 Huillca declaró a La República que la reacción de las autoridades de la naciente dictadura demostraba el temor ante las medidas de fuerza sindicales y desafió al entonces presidente Fujimori a “que le otorgue permiso para realizar un mitin en la plaza 2 de mayo y convocar a 200 mil trabajadores”.
(Considerandos de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso Pedro Huillca).
El 21 de julio de 1992 se realizó el paro nacional y una movilización de las cuatro centrales sindicales representadas por Pedro Huillca, Juan Bernaola, Alfredo Lazo Peralta y Juan Luna Rojas.
El fujimorato continuó con sus “reformas” de la legislación laboral pese a las movilizaciones de otros gremios como Sutep y Salud.
ENCONTRÓN EN CADE
Entre el 3 y 6 de diciembre de 1992, Pedro Huillca Tecse, en su calidad de secretario general de la CGTP, asistió a la convención de CADE y, durante su disertación defendió la Constitución, criticó duramente al gobierno por las restricciones laborales y señaló la necesidad de unir esfuerzos para arribar a un Acuerdo Nacional.
Fujimori no era de los que creían en el diálogo y lo había demostrado durante el autogolpe de Estado. De acuerdo a su criterio, todo opositor iba contra la democracia.
Es entonces que se quitó la máscara sonriente para atacar con rabia a Huillca Tecse ante la crema y nata del empresariado nacional.
“…El Perú ya no es el país donde mandan las cúpulas de la CGTP o el SUTEP, o las huestes de Sendero Luminoso y el MRTA, o los caciques de los partidos tradicionales, exclamó Fujimori en un libreto que se repetiría años después”.
Los dirigentes gremiales respondieron el 15 de diciembre con una “Marcha Unitaria” y, ese mismo día, Pedro Huillca escribió el artículo “Luchamos por una causa superior a nuestras vidas”, en el que se refirió a la intervención de Fujimori en CADE 92 y criticó su gobierno.
El 17 de diciembre dirigió una movilización en el centro de Lima.
Al día siguiente, cuando salía de su casa, los verdugos del grupo Colina lo emboscaron cobardemente. La muerte llegaría a su vida sólo para glorificarlo.
FUENTE 2MEMORIA DE PEDRO HUILCA TECSE
Como cada primero de mayo, se reúnen miles de sindicalistas en la plaza dos de mayo, frente al local de la CGTP. Emocionados, aguerridos y a voz en cuello gritan y claman por justicia laboral, por salarios justos; pero también sale un grito de gratitud y de lealtad: ese grito que dice: ¡Pedro Huilca! ¡Viva Pedro Huilca! Él, junto con otros importantes líderes sindicalistas, son recordados cada primero de mayo en esta manifestación.
Pedro Huilca Tecse, nació un valiente 4 de diciembre del año 1949, en la ciudad del Cusco. De una familia humilde con muy pocos recursos económicos, Huilca no pudo estudiar una carrera universitaria, ni terminar el colegio. Desde muy joven fue obrero, luego se enlistó en construcción civil. Donde siempre sobresalió por su tesón y valentía. Comenzó a formar parte de la CGTP (Central General de Trabajadores del Perú). En donde al tiempo, en el año 1980, se convirtió en secretario general. Por esos años en el Perú se vivía una situación difícil: la dictadura de Fujimori, acompañada de una intensa persecución a toda la
oposición a su gobierno, en especial a los grupos sindicales.
Huilca no sólo luchaba por el aumento de salarios, o la mejora de condiciones laborales, o los derechos de los trabajadores; Huilca luchaba por el Perú, por un cambio sustancial en la sociedad peruana. Y eso era lo que más le molestaba al entonces presidente Alberto Fujimori. Huilca siempre decía: “Por encima de nuestra libertad personal y aún de nuestras vidas, está la causa por la que luchamos, que sobrevivirá, sin duda alguna, al fujimorismo”.
Huilca, al igual que muchos otros sindicalistas, fueron tenazmente perseguidos en la dictadura Fujimorista. Persecución que culminó trágicamente con su asesinato, efectuado por varios individuos con armas de fuego de corto y largo alcance, cuando el dirigente se encontraba en el interior de su vehículo, en el distrito de Los Olivos. Se culparon a muchos por su asesinato, entre ellos al grupo terrorista Sendero Luminoso, sin embargo, luego de unos años, el grupo paramilitar “Colina” (por órdenes de Fujimori y su asesor Montesinos), confesó haber asesinado a Huilca.
Era un auténtico autodidacta –dice José Chahua González–, jefe de prensa de la GGTP. Un hombre muy preparado, ordenado, siempre puntual y capaz de congregar masas. Un hombre que tuvo mucha importancia en el debate político de esos años –dice algo nostálgico–. Tanto él, como Isidoro Gamarra y José Carlos Mariátegui, constituyen símbolos o emblemas de la CGTP y mártires del sindicalismo peruano.
Su carrera iba en ascendencia –dice orgulloso– sino lo hubieran matado, de todas maneras hubiera ocupado un cargo político importante. Hizo grandes aportes al interior de la Confederación: la restructuración de la bolsa de trabajo y la participación siempre activa en el debate político. Tras su asesinato se debilitó mucho la estructura de la CGTP –dice algo preocupado– recién logró una considerable estabilidad cuando en 1995, Juan José Gorriti toma el puesto de secretario general.
Pero la CGTP, sigue en la lucha; junto con las otras asociaciones sindicales que existen en el Perú: CUT, CATP Y CPT. Siguiendo las ideas de Mariátegui y con la imagen en la memoria de Pedro Huilca, ese luchador innato.
SABÍAS QUE…
1. En el juicio por el que se le procesa y ha procesado al ex presidente Alberto Fujimori, el caso Pedro Huilca, no se menciona y se ha retirado el documento de proceso
2. Recién en el año 2005 (7 años después del asesinato), la Corte Interamericana de Derechos humanos dio un fallo reconociendo que el grupo Colina, había asesinado a Pedro Huilca
3. La CGTP lucha por el sindicalismo clasista. Que dice que la única manera de que el trabajador haga respetar sus derechos, es transformando la sociedad
4. Pedro Huilca perteneció al PCP (Partido Comunista Peruano).
FUENTE 3EL CASO DE PEDRO HUILCA TECSE DURANTE EL GOBIERNO DE FUJIMORI
El 18 de Diciembre de 1992, Pedro Huilca Tecse, secretario general de la CGTP, murió acribillado a balazos dentro de una camioneta, frente a la puerta de su casa. Los disparos fueron hechos con silenciadores. Sin embargo, nadie le salió al paso, como solían hacer los subversivos tras un implacable reglaje a sus víctimas. Los sicarios llegaron después del desayuno de la familia, unos instantes más y no lo encontraban.
Momentos después del crimen se echó a andar la versión que se trataba de un nuevo atentado de Sendero Luminoso. Una década después José Luis Risco, presidente de una subcomisión investigadora del congreso, presentó el testimonio de un agente que hacía trabajos sucios para el SIN: Clemente Alayo.
Alayo reveló que en Octubre del año 1992, Martín Rivas recibió una llamada de Fujimori al salir de los baños sauna “Pardo”. Tras ello el jefe de Colina anunció que se preparaba el crimen de Huilca.
Alayo volvió a oír del tema en los primeros días de noviembre. Se encontró con Martin Rivas cerca de la plaza de 2 de Mayo, a pocos pasos del local del CGTP. En el interior de un automóvil estaban Mariela Barreto y dos sujetos. Martin Rivas le dijo a Alayo: Mira, Compadre, vas a reivindicarte de todas tus cagadas que has hecho. La señorita que ves adelante va a participar con nosotros y tiene más huevos y cojones que tú. Y el chofer, ¿ves a ese grandazo que está allá al fondo?, ése también va a participar ; y yo también, pero tú vas a dar el tiro de gracia. ¡ Ahí quiero verte, carajo!.
El técnico Ángel Felipe Sauñi Pomaya, técnico del SIE, ratificó esa versión. Recordó que su colega Pedro Pretell Dámaso había reconocido su participación había reconocido su participación en el crimen.
Los trabajadores culparon desde el primer momento al gobierno de Fujimori, recordando que el ministro de economía de la dictadura, Carlos Boloña había declarado en agosto de 1992, que la dirigencia de la CGTP no llegaría a fines de año.
La guerra estaba declarada desde que el gobierno aplicara una política económica que destruía el trabajo de los peruanos, en beneficio de grupos monopólicos. En pocos meses, el régimen había liquidado la legislación que amparaba derechos laborales conquistados a los largo de décadas. Para agravar más las cosas, el fondo de pensiones acabo pasando en gran parte al sistema privado, a través de las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones que engulleron la mayor parte de sus ingresos. Los grandes empresarios frotaban las manos. Por eso no extraño que el grueso de asistentes al CADE 92 sonriera cuando el propio Fujimori anunciara en presencia de Pedro Huilca” ¡Los días de la CGTP comunista ya se han terminado. ¡Éste ya no es el país donde mandan las cúpulas del CGTP!
El dirigente advirtió las consecuencias de la amenaza. A los pocos días envió un escrito: La CGTP responde que nunca ha habido en el Perú un gobierno en el que los trabajadores hayamos asumido la capacidad de decisión. Todos han aplicado un apolítica de opresión y han actuado en contra de los trabajadores. Le aseguramos que no le tememos y que sin alardes ni aspavientos responderemos a las bravatas y a las amenazas de quienes hoy son fuertes?
Pero la vida de Huilca tenía las horas contadas: el 18 de diciembre, a las 08 y 25 de la mañana, el hombre de 42 años recibió unos 40 disparos en el cuerpo cuando se disponía a marchar a la sede de la central. Los asesinos no repararon en disparar contra el frontis de su casa para acallar los gritos de horror.
Flor, una de las hijas de Pedro, se cruzó en el camino con una mujer de pelo corto, rubio, con el rostro pasmado. Tenía en las manos un arma. Tras la balacera, Flor llevó a su padre al hospital, pero los medico nada pudieron hacer.
Yuri Huamaní, un estudiante de la Universidad Nacional de Ingeniería, capturado dos horas antes del crimen, fue acusado del asesinato. Sus pares fueron obligados a firmar un acta en blanco, en la que luego se consignaría una denuncia por subversión. Hasta hoy se lamentan.
A los pocos días del crimen, la policía presentó a los responsables del crimen, pero la familia de Huilca no reconoció a nadie. A una mujer la mostraron a través de la cerradura de una puerta, pero ella tenía el pelo largo y oscuro, no tenía la relación con la mujer que había participado en el atentado.
FUENTE 4¿Los sindicatos en Perú están desapareciendo o están creciendo?
José Marcos-Sánchez
Secretario Técnico
Coordinadora de Centrales Sindicales Andinas (CCSA)
Con ocasión del Día del Trabajo el Diario El Comercio difundió los resultados de una Encuesta del Instituto de Opinión Publica de la Universidad Católica con el título “Desciende la credibilidad de los sindicatos”, sin embargo cuando uno se remite a los datos de la misma encuesta constata que existen otros datos más relevantes que ni se mencionan.
Por ejemplo, el 88% de los encuestados considera que los empresarios respetan poco o nada, los derechos laborales, o que el 94% de los mismos se siente poco o nada protegido por las leyes laborales o que el 38% pide estabilidad en el trabajo. Cuando se le pregunta a los Encuestados si considera que “Organizar un sindicato constituye un medio efectivo para defender sus derechos laborales” 68% responde afirmativamente.
Si fuera cierta la insinuación que pretende deslizarse respecto a la credibilidad de los sindicatos los trabajadores no estarían afiliándose a los mismos, sin embargo la realidad cierta es y así lo señalan las estadísticas del Ministerio del Trabajo que en los últimos años los trabajadores vienen masivamente organizándose en sindicatos. Veamos si no el siguiente gráfico
De hecho en los últimos 4 años el número de trabajadores afiliados, debidamente registrados por el Ministerio de Trabajadores se incremento en un 50%. De mantenerse dicha tendencia pronto veremos recobrar el antiguo poderío de los sindicatos, ello sin embargo supone trabajo y planificación a efectos de lograr crecer organizadamente y esa es tareas de todos y principalmente de las Federaciones y las Centrales Sindicales. Veremos entonces si a los periódicos les será tan fácil mantener esa política de desinformación cuando se trata del movimiento sindical.
Fuente : Diario El Comercio, martes 1 de mayo del 2007 y Encuesta Opinión de la PUCP .
ACCIÓN DE ESTUDIO:
1. Elabore un ensayo con el título indicado. Luego de trabajar en borrador, entrega tu "limpio" en clase.
2. La fuente 4 ofrece información en cuadros:
a. Mencione dos interpretaciones distintas que podría establecer un lector de cada cuadro
b. ¿Cuál de los tres cuadros es más útil para tu trabajo? ¿Por qué?
c. ¿Cómo debe enfrentar un "ensayista" cada uno de dichos cuadro? ¿Cuál debería ser su actitud frente a ellos?
d. Fuera del trabajo de ensayo ¿Qué te ha permitido conocer un trabajo respecto a este tema?